miércoles, 20 de mayo de 2009

CARACTERÍSTICAS

Ahora que ya conocemos qué es la asociación de Alcohólicos Anónimos, creímos pertinente comentar un poco acerca de las características del alcoholismo. El texto que sigue, hablará un poco sobre ello.
Las personas que consumen alcohol de forma abusiva e incluso las que dependen de él son prácticamente indistinguibles, a simple vista, del resto de la sociedad. Así pues, desterremos de una vez por todas los viejos estereotipos referidos a "los alcohólicos". Esos clichés en los que se asociaba esta enfermedad a los "mendigos", "viciosos", "borrachos", etc. y por los que no se aceptaba ninguna implicación del resto de la sociedad, ya que se consideraba únicamente responsabilidad del "bebedor" el mantener ese abuso.
El hecho de que las personas dependientes puedan llevar, en algunos casos, una vida social casi normal o realizar una activad laboral, que en casi todo puede ser similar a la del resto de sus compañeros de trabajo; conlleva a que, en muchas ocasiones, sea difícil identificar al alcohólico sólo basándonos en su apariencia o manifestaciones exteriores.
Ahora bien, cada sustancia de abuso o apego, presentará algunas particularidades que nos ayudarán a identificar al consumidor. Nosotros planteamos, como uno de los objetivos de este texto, revelar las de los adictos al alcohol, y para ello ofrecemos algunos datos introductorios.
Según estadísticas, los adultos consumen de forma más regular durante la semana (vino y cerveza) y, aunque su conducta no genere alarma social, son los adultos los que atesoran la mayor parte de los problemas derivados del abuso del alcohol. La edad media del primer consumo es a los 13 años. El consumo semanal llegaría a los 14 años, siendo los jóvenes de 20 a 24 años los que con mayor frecuencia se embriagan.

Hoy en día los jóvenes tienen mayores oportunidades y disponen de más ingresos, pero por ello son más vulnerables a las técnicas de marketing y ventas, que cada vez son más agresivas en los productos de consumo y sustancias potencialmente peligrosas como el alcohol. La información que se suministra acerca de las drogas es contradictoria y difusa. Los mitos sobre el alcohol, la confusa división entre drogas “duras” y “blandas”, hacen que la decisión tomada no sea libre ya que se basa en información incorrecta.
Las principales tendencias en los patrones de consumo de alcohol entre los jóvenes son:- La mayor experimentación con el alcohol entre los/as niños/as.
  • El aumento en los consumos de alto riesgo, como consumos excesivos en cortos periodos de tiempo y de "borracheras", especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes.- La mezcla de alcohol con otras sustancias psicoactivas (policonsumo).
  • En algunos jóvenes hay claros vínculos entre el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales.
El Alcoholismo se revela, como hemos visto, como "un problema" con implicaciones médicas, psíquicas, educativas, sociales y comunitarias. Aún así, tenemos pocas oportunidades de conocer la misión de prevención que muchos profesionales y organizaciones desarrollan cada día. Y la lucha por la prevención del abuso alcohol, lo mismo que contra el consumo de otras drogas, es una parte fundamental del proceso educativo de la sociedad, la escuela y la familia.

Alcohólicos Anónimos

Hasta ahora hemos hablado del alcoholismo como enfermedad, como apego y de ANDENES. Sin embargo, nos parece que no hemos hablado lo suficiente del grupo que nos inspiró a realizar este trabajo originalmente: los Alcohólicos Anónimos. Por ello, a continuación una breve reseña de quiénes son A.A.
El alcoholismo es una enfermedad que se padece en silencio y con impotencia, ocasiona un desgaste en las relaciones personales con los círculos inmediatos y viene acompañada de una serie de problemas emocionales, económicos y profesionales.
Afortunadamente, existen organizaciones y asociaciones que ayudan a hombres y mujeres a tratar esta situación sin importar su raza, credo o clase social. Un ejemplo de estos lugares es ANDENES, el centro de tratamiento con el que estamos realizando este trabajo. Sin embargo, uno de los mejores sitios de terapia que pueden encontrarse en todo el mundo es, sin duda, el de los Alcohólicos Anónimos, que trabaja con una terapia de grupo muy efectiva.
Alcohólicos Anónimos es un movimiento que fue fundado en Ohio, Estados Unidos, en 1935 por Bill y Bob, dos profesionales con problemas de alcoholismo que buscaban recuperarse y ayudar a otros a hacerlo.
Con este propósito, comenzaron a estudiar los problemas y a tratar de encontrar la forma de - una vez conocida la enfermedad- establecer los parámetros que sirvieran de guía para la recuperación de las personas. Bill y Bob plantearon un programa basado en doce pasos que se han extendido a lo largo del mundo y han sido implementados en otros programas que tratan problemas de adicciones, conducta y personalidad. El programa de ANDENES utiliza, en su tratamiento, la filosofía de los doce pasos establecidos por Alcohólicos Anónimos.

Fotos de la observación en Andenes


martes, 19 de mayo de 2009

Entrevista a Claudia, paciente de Andenes

DESCRIPCIÓN DE LA OBSERVACIÓN

Día de la observación: sábado 16 de mayo
Hora: 10:00 AM – 12:00 PM
Tipo de observación: participante.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Es sábado a las 8 y 45 de la mañana. Tenemos sueño porque salimos la noche anterior. Fue difícil levantarnos, pero la curiosidad pudo más. Estamos a pocas cuadras del lugar. Todas nos encontramos muy ansiosas por enfrentar lo que nos espera ahí. Una realidad con la que no estamos familiarizadas y que nos resulta difícil de enfrentar. Difícil porque es diferente cuando alguien te la cuenta, o cuando la ves en la televisión o en una película. Esto es real. Vamos a compartir una charla con los pacientes del centro y, además, las experiencias que cada uno tenga que ofrecer significarán un cambio en nosotros.

Ya son las 9:00 am. Llegamos. El lugar no parece lo que es. Por fuera, es una casa pintada de amarillo. Parece la fachada de una típica quinta miraflorina. Algo nerviosas, tocamos el timbre. Felipe Koechlin, el director de Andenes, nos recibe en la puerta. Todo el ambiente resulta bastante informal. Lleva puesto un pantalón de jean, un polo con cuello amarillo y unos tirantes que se amarran a su cinturón. Nos invita a pasar a una sala, en la que, predecimos, es donde se llevan a cabo las reuniones entre los pacientes. Apenas entramos, se nos ofrece té o café. Agradecemos y rechazamos la oferta, estamos allí para trabajar.
La sala es grande. Tiene dos sillones largos azules con rayas amarillas o beige que forman cuadrados. Ambos sillones tienen forma de L. Nos acomodamos justo en el que está en frente de las mamparas por donde entramos, en frente de una pizarra blanca acrílica que tiene cosas escritas. El plumón se ha borrado un poco, por lo que no podemos leer lo que dice. Al lado derecho de la pizarra hay una silla blanca, de plástico. Al lado izquierdo, arriba, cuelga de la pared un televisor pequeño, con un VHS y un DVD. Debajo de éste hay una mesa de redonda de madera. En ella, nos indica Daniel, un ex paciente del centro que hoy colabora con las terapias y el mantenimiento del mismo y que, además, nos guió a la sala donde nos encontramos, se encuentran dos libros y nos recomienda que nos acerquemos a verlos. En uno de los libros encontramos diferentes reflexiones, una para cada día del año. Todas tienen que ver con el alcoholismo y la adicción a sustancias. Al otro libro le prestamos menos atención, pero también consta de reflexiones sobre el tema.

Esperamos un momento en esta sala y, al poco rato, aparece la psicóloga del centro, a la que necesitábamos ver para poder asegurarnos de que las preguntas que le íbamos a hacer a la paciente que nos han provisto son correctas. Somos inexpertas en estas situaciones todavía y queremos que todo salga bien. No queremos ocasionar ningún problema. Felizmente, están bien, y eso nos deja un poco más tranquilas.

El Dr. Koechlin regresa con una noticia, la paciente vendrá un poco más tarde, por lo que podremos observar una charla que se dicta todos los sábados y que resulta abierta para todos. Vamos a conocer a más pacientes del centro y estamos un poco impacientes. La charla empieza a las diez de la mañana y, un poco antes de esa hora, llega una señora que se ve muy común, como cualquiera que podrías ver caminando una tarde por el supermercado. Parece de unos 55 años y, siguiendo el ambiente informal del centro, está vestida con un jean oscuro, un polo gris con rojo y una casaca ligera color crema. Se nota que tiene sueño: bosteza constantemente. El entrar, está hablando por teléfono, preguntándole a alguien si es que irá. A ella la llamaremos Rosa. Luego nos enteramos que solo lleva tres meses en tratamiento. Es en este momento en que el Dr. Koechlin nos reparte las separatas que se utilizarán en esta charla, que están disponibles para todos los que atienden. “Es para leerla, no para rayarla”, nos dice al ver que una de nosotras tenía ya su resaltador en la mano.

Estamos un poco nerviosas, especialmente porque no sabemos cuánta gente vendrá ni cómo lucirán los demás. Al poco rato, llega una pareja, se ven jóvenes, más o menos de entre 30 y 35 años. La mujer lleva un pantalón negro y un polo blanco. Parece que acaba de salir de la ducha y se encuentra maquillada. Por otro lado, el hombre lleva puesto un jean, un polo rojo y un canguro. Al entrar, se disculpan por la tardanza y toman asiento al lado de Rosa. A ellos los llamaremos Raquel y Mario. Ellos son nuevos en el tratamiento también. Tiempo después, aparece otra pareja por la puerta. Se ven mayores, la señora está usando ropa deportiva y el señor también está utilizando ropa informal. Se disculpan y aseguran que salieron volando de la cama. Ellos llevarán por nombre Miguel y Elsa. Miguel ya tiene un poco más de un año y medio asistiendo al centro y Elsa, como esposa, ha vivido la experiencia con él. No llega nadie más, así que el Dr. Koechlin nos presenta y les cuenta que hemos venido a ver la charla y hablar con una de las pacientes, Claudia. Todos nos saludan sonrientes y empezamos a leer la separata que ya todos tienen en sus manos.

Seguimos la lectura. En realidad, todos siguen la lectura. Están muy atentos a lo que dicen y, de vez en cuando, hacen comentarios o preguntas que el Dr. Koechlin responde gustosamente. Es un ambiente de confianza y de tranquilidad. Ninguno tiene miedo de decir lo que siente o de hacer preguntas sobre lo que no saben o no entienden. Hay, incluso, ocasiones en las que debaten acerca de un tema: todos tienen derecho a tener su propio punto de vista. Los únicos que se ven un poco incómodos son Raquel y Mario. Mario se muerde las uñas constantemente y juega con su pie. Por más que se encuentra en silencio, no sigue la lectura con los ojos. La tiene en la mano y está mirando al doctor, que es el encargado de leer y de comentar acerca de la lectura. Por otro lado, Miguel está muy atento, él es el que, cada vez que la lectura se descarrila, le avisa al doctor en dónde se quedaron.

Hay una frase que el Dr. Keochlin repite durante toda la lectura, que dura dos horas: “¿Estamos de acuerdo?” Es esa la frase para conciliar que todos se encuentran en la misma página, por así decirlo. Que todos han entendido todo, que, si no es así, entonces es ese el momento para decir algo o para preguntar algo. La lectura se trata del alcoholismo, de cómo funciona nuestro cerebro y cómo es que hay veces que esta enfermedad puede y no puede explicarse al mismo tiempo. Se habla del alcoholismo como enfermedad, de investigaciones, de estadísticas. De esta manera, se trata de que los pacientes sean constantemente recordados sobre a qué se enfrentan diariamente.

Llegó Claudia, la paciente que vamos a entrevistar. La charla no ha terminado todavía, así que decidimos dividirnos en dos grupos para escuchar, desde diferentes lugares, historias igual de tristes, igual de fuertes. Fuertes porque mucha gente ha perdido todo ante esta enfermedad. Fuertes porque, lo que más nos ha sorprendido de esta visita, es que todas estas personas son como cualquier otra. No llevan ninguna marca en su cuerpo, ningún gesto los delata. No llevan escrito en la frente que sufren problemas de alcoholismo o de adicción a las drogas, no se ve en su semblante, a primera vista, el proceso tan difícil por el que han tenido que pasar para poder llegar a donde están hoy. Lo que resta de la charla es, más que nada, el relato de las experiencias de Rosa, Raquel, Mario, Miguel y Elsa. Todas nos sorprenden y nos tocan de manera distinta. Rosa es quien nos cuenta su historia de manera más desenvuelta; mientras que Mario se rehúsa a hablar y es Raquel, su esposa, quien nos cuenta un poco de lo que sucedió con ellos. Miguel no tiene problemas al contarnos su experiencia y Elsa, su esposa, tampoco. Los escuchamos atentamente, pues lo que nos cuentan no nos lo esperábamos. Cuando nos hablan, vemos que todos tienen algo en común. Todos se dieron cuenta de que necesitaban ayuda cuando sintieron que habían perdido ya demasiado, si no es todo. Escucharlos nos resulta extraño e inesperado. Creo que inesperado porque todos los que están dentro de esta sala son tan diferentes y, al mismo tiempo, se sienten todos iguales: todos dentro de ese cuarto forman una gran familia, se sirven de apoyo y de consuelo, todos van en una misma dirección y tienen el mismo objetivo: luchar contra el alcoholismo.

Entrevista a una paciente de Andenes

Para efectos de mantener la anonimicidad de la entrevistada, su nombre ha sido cambiado. Además, por la misma razón no pudimos grabar la entrevista, aquí está lo que conversamos:

Nombre: Claudia
Edad: 26 años.

E: Entrevistadoras.
C: Claudia

E: ¿Cómo llegaste a Andenes?

C: Bueno, yo, en realidad no vivía acá. Yo vivía en Italia y me enteré del centro a través de Internet porque conocía que el programa con más éxito era el programa Minnesota, entonces comencé a buscar en Internet algún centro que utilizara este tipo de programa, con la intención de venir al Perú, o sea, en el Perú, en Estados unidos hay varios. El único que tenía esta particularidad era Andenes, así que fue el primero en la lista de los centros en Internet.

E: ¿Tú eres peruana?

C: Yo he nacido allá, pero mis padres son peruanos y por eso escogí el Perú.

E: ¿Sientes que has mejorado, que tu estilo de vida ha cambiado?

C: Claro. Obviamente ha cambiado. Ha cambiado en varias formas, en realidad. Comenzando por el dejar un consumo de sustancias ya de por sí cambia mucho en tu vida. En la mía, ha cambiado muchas cosas, sobre todo que después he trabajo y estoy trabajando todavía en mí. Es un cambio que tiene que ser profundo en la persona, porque no es solamente un dejar de consumir, es también comenzar una vida en seguridad, cosa que no estoy acostumbrada a vivir, así que es totalmente distinto. Necesito cambiar formas de vivir, mi egoísmo, varios aspectos de mí aparte de dejar de consumir.

E: ¿Qué expectativas tienes ahora que, por más que no has terminado, has avanzado en el taller?

C: Como has dicho bien tú, esto nunca se termina, pero se abre un mundo de posibilidades que antes yo ni veía. Estaba imposibilitada, limitada a cierto tiempo de cosas por la misma forma de llevar mi vida. Ahora, siento que puedo escoger por lo menos. Siento que puedo hacer algo y llevarlo a cabo si realmente lo quiero.

E: ¿En qué ha consistido el taller?

C: El programa parece bastante simple, de hecho es bastante simple, pero para mí fue muy duro de aceptar. Pero eso es una cosa mía.

Consiste en los 28 días, que son los mismos 28 días de los que habla el programa Minnesota. La diferencia es que en Estados Unidos esos 28 días se dan en un centro, en una comunidad. Aquí, los 28 días son fuera, viniendo una semana o dos, dependiendo de la persona, a una casa en Asia, donde debe haber una lectura. En realidad, la lectura es muy útil para bajar los pensamientos. Se llega con muchas complicaciones en la cabeza, como que no tienes un orden bien definido, unas prioridades, todo muy confuso. Entonces, esa semana o dos semanas, sirven para bajar esa confusión. Entonces, es una lectura. No hay necesidad de entender mucho, la cosa es para focalizar a la persona a una concentración. Se leen libros que tienen que ver con el programa, como puede ser “Solo por hoy…” o “Libro Azul”, u otros libros que tengan que ver con la adicción, que a mí sí me gustó entenderlos, pero digamos que no es ese el objetivo, sino más que todo concentrarte.
De ahí vine aquí, ya a Miraflores y comenzamos a practicar los pasos. Es del primero al quinto paso, aunque hay doce en realidad. Pero primero es del primero al quinto. El primero es admitir una adicción, qué fue lo que te pasó, por qué te consideras adicto. El segundo y el tercero es más una cosa espiritual. El cuarto es de resentimientos, miedos y el quinto es ya ir a hablar con alguien. Esto es lo que se hace acá en los 28 días. Después ya se siguen los otros pasos en otra forma fuera de aquí o aquí después de los 28 días.

E: ¿De qué manera te has sentido apoyado por los que te rodean en tu decisión de meterte al programa?

C: Yo en mi caso tenía a mi familia. No siempre es así. No todos tienen la posibilidad, pero si hablamos de mi familia, yo sí la tenía. Lamentablemente, no todos estaban aquí, pero lo bueno es que en este centro les dan la posibilidad de involucrarse, pero involucrarse en una forma paralela, no directamente en lo que estaba haciendo yo, sino que cada uno tiene sus grupos: hay grupos familiar y hay grupos de pacientes. Cada uno tiene su seguimiento con diferentes consejeros: consejeros familiares y consejeros de pacientes. Y después todo es unido de vez en cuando en las reuniones familiares y ahí se ven los aspectos de cómo gira la familia respecto al problema.

E: ¿En las reuniones familiares estás presente tú y tu familia o todas las familias juntas?

C: La familia y el doctor.

E: Y es la familia de un solo paciente, no es un grupo de todos…

C: No, ahí es más centrada la cosa.

E: ¿En qué momento aceptaste que tenías un problema?

C: Bueno, hubieron dos momentos. Uno en que me di cuenta y otro en el que lo necesité. Me di cuenta porque cuando consumía, que lo hacía, obviamente, con otras personas al comienzo, las otras personas podían parar, o sea, podía llegar un punto en el que decían “ya ok, yo me voy a mi casa, basta”, y yo no. Yo siempre “pero ¿por qué se van?, esperen, pero más”. Entonces ya te das cuenta de que tienes algo diferente con respecto a los otros. O sea, ¿por qué tú no puedes parar? ¿Por qué seguir? ¿Por qué tienes esa obsesión por eso? Esa fue la primera etapa donde me comencé a cuestionar, ¿por qué yo era diferente a las demás personas? Ya no era un consumo social, sino algo más.
Cuando tomé la decisión era cuando ya había perdido absolutamente todo. Cuando ya tuve que dejar un trabajo, cuando ya no tenía dinero, cuando ya estaba haciendo daño a los demás, cuando ya tenía una derrota física, la parte elemental, mi mente ya estaba en una confusión total, no entendía qué cosa tenía que hacer y no sabía cómo tenía que hacerlo. Sabía que quería salir de eso pero no sabía ni como. Más que todo cuando perdí todo. Cuando me di cuenta de que ya no era un placer ni una diversión, ya era una necesidad que se estaba volviendo algo negativo para mí y para lo que me rodeaban, en este caso, las personas más cercanas, familia, amigos, todo mi entorno, porque también vivo en una sociedad. Lamentablemente, no soy solamente yo.

E: ¿Hace cuánto tiempo que estás en el tratamiento?

C: Un año.

E: Y, ¿cuántos años tienes?

C: Veintiséis.

E: Hace un año que vives aquí…

C: Sí, aunque en realidad es un año y medio. Como les conté, vi esto en Internet, pero acá entra el aspecto familiar porque, como yo les dije, son 28 días y poca gente cree que en 28 días uno se puede recuperar de un problema que tiene hace mucho tiempo. Años generalmente. Entonces, cuando yo dije que había encontrado este sitio a mis padres, hubo uno de ellos que no creyó que se podía hacer en 28 días, por más que yo le dijera que después había un seguimiento y todo. Dijo que no, que 28 días es imposible. Yo, que estaba ya abierta a cualquier tipo de posibilidades con tal de salir dije “ya, vamos a ver otra cosa”. Entonces, vimos una comunidad y yo me metí ahí. Entonces, en realidad, yo cuando vine, yo vine en enero del anteaño pasado y me metí a un centro que es una comunidad. Sinceramente, la peor cosa que pude haber hecho en mi vida.

E: Y esto es acá también…

C: Sí, acá. Salí mal realmente, muy mal. Cuando salí mal, mis padres dijeron “ya, vamos a probar lo que tú dijiste” y me metí aquí, el mismo día que salí.

E: Y, antes de eso, ¿habías tenido algún otro tratamiento?

C: Bueno en Italia sí, pero en Italia no tratan esto como una enfermedad. Lo tratan desde un plano psicológico y psiquiátrico. Fui a miles de psicólogos y lo mío, en realidad, no es un problema de mi niñez, de un trauma, puede suceder que para algunos sea así, pero para mí no lo era. Entonces, no encontraban. ¿Por qué? Porque no existía nada en mi niñez que me hubiera llevado a consumir de grande, no ligaba uno con el otro. Entonces, tampoco me sirvió mucho. Me sirvió momentáneamente, de repente, pero no era una cosa definitiva, no era un cambio.

E: ¿Por qué es centro en el que estuviste antes de aquí te dejó mal? ¿En qué consistía el tratamiento?

C: Ahí era, básicamente, conductual. Conductual muchas veces quiere decir también para mí, humillación en ciertos momentos. No es una enseñanza a la vida, a las posibilidades, como se hace aquí. Es más que todo “te has equivocado”, “tienes que obedecer”, “tienes que hacer”, y eso conmigo no va. Yo, hasta en las pequeñas cosas, más joven, hasta en un colegio por ejemplo tenía que entender algo para poderlo aprender. La imposición nunca me funcionó. Entonces, para mí no funcionaba, y creo que no solo para mí porque si veo el porcentaje de personas recuperadas es bien bajo. Acá yo encontré amor, comprensión y entendí qué cosa podía hacer. Después, obviamente, está en mí querer cambiar, porque si uno no quiere, no quiere. Pero no quiere acá ni en una comunidad, ni con un psicólogo ni en ningún lado.
En la otra parte, en la comunidad fue muy difícil. Al contrario, yo salí con mucha rabia, mucho resentimiento, mucha cólera. Fue una experiencia fea, realmente, y también tienes que lidiar con otras personas que están ahí, que tienen también problemas. Realmente, no había un programa. No había algo que te enseñara. Era simplemente “levántate en la mañana y comienza a limpiar el jardín, y haz esto y limpia lo otro, y ponte en fila y ranea” y cosas así. Y no puedes comentar, no puedes opinar porque tu opinión está mal. Te dan pastillas, y yo no quiero tomar pastillas. Salir de una, para entrara a otra, ¿para qué? Creo que tomar pastillas es como un adormecer algo, pero no es un trabajar en el problema. Es simplemente tapar un problema momentáneamente y ¿por cuánto tiempo? Si no te quieres volver adicto a las pastillas, antes o después tienes que parar. Y cuando paras, estás en el mismo punto donde comenzaste.

domingo, 17 de mayo de 2009

Oración de la Serenidad



El tratamiento para los apegos se trata desde un enfoque espiritual, más no religioso. Por lo tanto, se puede ser agnóstico y participar de estos tratamientos. Dentro de su filosofía de vida, toda persona que comparte en este grupo sabe y recita la siguiente oración:

La Oración de la Serenidad:



“Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.”

ANDENES - Experiencia

ELSA: (esposa de Miguel)
“Para mi, como esposa, fue difícil entender la enfermedad que tenía mi marido, fue una época muy complicada donde la situación se ponía cada vez peor. Llegué a botarlo de la casa porque no podía más, habían sido años en el psiquiatra y el seguía tomando; cada vez fue más y yo ya no lo toleraba. Por suerte, llegamos a Andenes hace un año y medio y nuestras vidas han cambiado, lo han ayudado muchísimo. Estoy súper contenta, ya que aquel hombre al que le habían diagnosticado ser propenso al suicidio, hoy, interactúa y se desenvuelve normalmente. Cambió por completo, ahora nos entendemos mejor y solemos conversar sobre lo sucedido”.

ANDENES - Experiencia

MIGUEL:

“Mi experiencia con el alcohol es algo complicada ya que se inicia hace bastantes años cuando tenía 40 (nunca menciona su edad, se le calcula aproximadamente 70 años). Lo más crítico fue en el año 1992 cuando salí de trabajar del banco y mi situación con el alcohol estaba bien avanzada, tomaba muchísimo whisky. Lo más preocupante de mi adicción era la relación que tenía con mi familia, me había convertido en una persona amargada, complicada, alterada, etc. Mi familia ya no me aguantaba más, mi mujer me había botado de mi casa. Llegué al punto de aceptar una terapia solo para que dejaran de molestarme. De esta manera entré al psiquiatra, este junto con otro que tuve años después, me trataron durante 10 años y me recetaron todas las pastillas que se pueden imaginar, llegué a tomar más de 8 pastillas diarias; a veces, debido al alcohol que había tomado, me olvidaba de si había tomado o no las pastillas y volvía a tomarlas, era un gasto gigantesco, aproximadamente 800 soles al mes solo en pastillas, y eso que gastaba mucho más en trago. Un día, cuando estaba en casa de un pariente tomando, me metí, como los jóvenes dicen una trancasa y ese día le dijeron a mi mujer que mi situación ya era extrema y que debía buscar otro tipo de ayuda, así le recomendaron Andenes. Hace un año y medio que estoy aquí y las cosas cambiaron radicalmente de tomar muchísimas pastillas pasé a tomar 1/2. Ahora estoy tranquilo pero cuando recuerdo
tiempo atrás, se que perdí muchas cosas materiales, se que perdí muchas relaciones, muchas cosas pero ahora, las cosas han cambiado, hace un año y medio asisto a este centro y he comenzado a ayudar en terapia de grupo, aquí logro desarrollarme mejor y tener una mejor calidad de vida. Gracias a Andenes ahora mi filosofía de vida a cambiado y se basa en la honestidad”.

ANDENES - Experiencia

RAQUEL:
“Hace aproximadamente dos meses que asisto a Andenes para acompañar a mi marido, Mario. Seguimos un tratamiento familiar que consistió en asistir a Asia durante algunos días para poder entender mejor la enfermedad. Para mí, era súper complicada la situación, estaba asustada, cansada y lo único que pensaba era que mi matrimonio no estaba funcionando, ya había considerado divorciarme de el. Mario estaba acostumbrado a tomar demasiado y eso a mí me mortificaba. Hablé con el muchas veces pero nada solucionaba el problema, hasta que decidimos entrar en Andenes. Ahora, puedo asegurar que las cosas están súper bien, estoy contenta y me vuelvo a sentir tranquila como cuando tenía 17 años y recién empezaba a salir con Mario, ya que ha logrado estabilizarse y controlar todas sus emociones”.

ANDENES - Experiencia

ROSA:

"Debo reconocer que para mí, fue bastante difícil darme cuenta de que tenía una enfermedad. Actualmente, tengo 64 años y pasé toda mi vida torturada, fastidié a mi familia y ocasioné que se alejarán de mí. Hace tres meses que asisto a Andenes y podría asegurarles que las cosas, para mí y para mi familia, han cambiado radicalmente. Tengo cuatro hijos que tienen desde 24 a 38 años; dos de ellos tienen hijos y, por ello, soy abuela. Se que la relación que tenía con mis nietos no era buena y, para mis hijos, era complicada la situación. Toda mi vida me la pasé llevándome mal con mi familia, era una persona muy histérica, gritaba todo el día, me alteraba con facilidad y simplemente era algo que no podía controlar, me sentía distante. Dejaba que me usaran y me pisotearan; siempre puse a los demás antes que a mí. Llegué a Andenes hace tres meses con una situación emocional deplorable, estaba amargada y mi expresión facial era tosca, estaba acostumbrada a trabajar con empeño y a recurrir al alcohol cada vez que no podía más con la depresión. Mi esposo también es alcohólico. Cuando me di cuenta de que no podía seguir así, decidí asistir a Andenes y accedí al tratamiento. Durante 7 días estuve internada en una casa de Andenes que queda en Asia, lejos de todo, en medio de varios terrenos de cultivo, donde no existe nada más que la casa, donde nadie te fastidia, es un ambiente acogedor. En esta casa logré lo que no había logrado antes: la paz. El tratamiento consistió, principalmente, en no permitirme pensar. Lo que hacía todo el día junto con otra persona era leer, leíamos decenas de libros sin parar, no podíamos nisiquiera reflexionar porque teníamos que seguir la lectura, un párrafo era mío y otro de ella, así hasta el final del texto; muchas veces no entendí nada pero continúe haciéndolo. El objetivo es atacar la parte fisiológica del cerebro para cambiar tu forma de pensar o ver las cosas. Con lo que se trabaja es con la forma de vida que tú tienes y te ayudan a tener una filosofía de vida con mayor calidad. Para mí, la experiencia ha sido muy útil y estoy feliz de llevarla a cabo. Poco a poco, voy logrando manejar mis ansiedades y llevarme mejor con mi familia. Actualmente, mis cuatro hijos asisten a una sesión de grupo con un asesor que los orienta, no solo en relación a mi enfermedad, sino también en relación a sus propias vidas, pues debido a mi problema ellos tuvieron que vivir diferentes cosas y ahora, años después, trabajan con sus emociones para poder darles mejores oportunidades a sus hijos."

ANDENES - Charla informativa

Todos los sábados por las mañanas se invita a personas que presentan algún tipo de apego, y a sus familiares a recibir charlas informativas. Estas charlas permiten a todas las personas conocer un poco más sobre diferentes tipos de apego (adicción), sus causas y consecuencias, etc.

De las dos horas de sesión pudimos obtener una diversidad de información. Esta información será presentada en viñetas:

  • En el centro Andenes, no se trabaja con las adicciones como tal sino más bien con el apego que la persona puede desarrollar a las sustancias (alcohol), al comportamiento (obsesión sexual) y a las emociones (depresiones).
  • Las personas aprendemos por repetición y siempre tendemos a hacer lo mismo ante una situación repetitiva. Lo mismo pasa con los apegos, ante la repetición se genera una conducta. Para poder solucionar esto se debe reeducar al cerebro. En el alcohol es más fácil el proceso porque no tienes que volver a tomar, lo puedes dejar por completo pero, si eres adicto a otra cosa como la comida, es más complicado porque de todas maneras tienes que volver a ingerir alimentos.
  • Para lograr cambios significativos se tiene que atacar al nivel fisiológico del cerebro.
  • El alcoholismo es uno de los más severos y persistentes problemas que nuestra nación. Aproximadamente dos tercios (mayores de 18 años) toman una bebida alcohólica en el transcurso de un año. (Midanik y Room 1992).
  • El alcoholismo, como otras enfermedades serias, es el resultado de la compleja interacción de los sistemas biológicos y del comportamiento.
  • Según estudios científicos, una porción significante del alcoholismo es hereditaria.
  • El alcoholismo es considerado también un desorden independiente caracterizado por un deseo anhelante por el alcohol, una dependencia o una adicción consiste en beber excesivamente.
  • Se necesita que las personas tengan juicio crítico para que puedan relacionar sus acciones con sus consecuencias con el objetivo de no volverlas a cometer si es que estas conductas son inapropiadas.
  • La gente cuando tiene un problema, busca solucionarlo y la mejor manera de hacerlo es a nivel fisiológico.
  • No todas las personas de una misma familia sufren de apegos sino tan solo algunos de ellos ya que, otros miembros pueden tener alguna protección en el organismo que no genere el apego.
  • Lo que se busca es tener una mejor calidad de vida. El cambio es espiritual.
  • Después del tratamiento se sigue una filosofía de vida que se basa en los doce pasos del tratamiento Minnesota.

    El Cerebro
  • Cuando captamos un sonido este va a cambiar todo nuestro esquema de manera instantánea sin siquiera ingresar a nuestro cerebro, pero si pensamos en las sustancias que producen apego o adicción, la situación es mas grave ya que estas si ingresan al cerebro y lo reestructuran.
    Ej. Si Antonio esta en un carro con cinco personas y todas ellas le dicen que debe cruzar en la avenida mientras vienen autos. ¿Antonio cruzará?, definitivamente, no. La persona no cree en lo que el mundo le dice sino en lo que su cerebro le dice y por eso es importante el cuidado del mismo.
  • Cada persona se comporta y se desarrolla en la vida según su propia inducción, su propia forma de ver el mundo.

La Observación - ANDENES

Sábado 16 de mayo del 2009. 9:00 de la mañana. Llegamos a ANDENES porque estábamos citadas ese día y a esa hora. ANDENES es el centro de rehabilitación con el que hemos estado trabajando últimamente. Está ubicado en San Antonio, Miraflores. La dirección exacta es: Bartolomé Trujillo 143, Miraflores y la primera vez no fue tan fácil llegar como pensamos. Tuvimos que pedir referencias para descubrir que está situado aproximadamente a dos cuadras del Parque Tradiciones, lo que nos facilitó la llegada al centro.
Llegamos. Lo que hicimos por las siguientes casi cuatro horas fue observar charlas y conversar con algunos de los pacientes. Formamos parte de una especie de reunión informativa en la que se trató el tema del alcoholismo. A esta charla asistieron cinco personas, además del director del centro y nosotros.

La observación que realizamos podría ser descrita dentro de la clasificación por el nivel de participación del observador y podríamos decir que fue una observación participante. Ésta constituye una de las técnicas de la investigacion social. En ella, el investigador, nosotros en este caso, trata de integrarse al grupo o comunidad de sujetos de observación (los asistentes a la charla: pacientes y director), como un miembro más, participando en todas las acciones o actividades que estos desarrollan, pero informándoles de sus intenciones.

Todos los participantes de la charla sabían de nuestra presencia y de nuestras intenciones y ninguno tubo objeción alguna. Además, el observador participante busca comprende las cosas que observa desde el punto de vista de los sujetos de observación y no como alguien ajeno a la misma.

En otras palabras, este tipo de observación lo que quiere lograr es entender lo que se observa desde el punto de vista de los sujetos que son observados.

En las siguientes entradas encontrarán la descripción de todo lo que vimos, así como algunas experiencias de los pacientes con los que conversamos y una entrevista que realizamos a una paciente de 26 años. Además, podrán también enterarse de todo aquello de lo que trató la charla a la que asistimos, pues debido a que fue teórica y grupal, pudimos recaudar alguna información.

Para todo efecto práctico y mayor anonimidad, los nombres de las personas con las que conversamos han sido cambiados.

miércoles, 13 de mayo de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

¿Cómo es el tratamiento?

Las personas con las que trabajaremos están en pleno tratamiento o estarán a punto de concluirlo, de manera que su estilo de vida ya se ha visto afectado por él.

El tratamiento es intensivo, ambulatorio y de corta duración, que se desarrolla bajo un modelo individualizado que ha sido previamente programado.


El programa está diseñado para ejecutarse en forma continua y personalizada con múltiples actividades desde las 8:30 de la mañana hasta las 7:00 de la noche de lunes a viernes y los sábados hasta la 1:00 de la tarde.


Dentro del tratamiento, el paciente recibe terapias complementarias, como yoga y/o Feldenkrais y/o Tai chi y un apoyo psicológico individual continuo.


Este modelo ambulatorio mantiene un contacto permanente con los familiares o seres queridos del paciente, lo que permite mejorar y armonizar la relación y comunicación familiar.


El programa es de una metodología y proyección lógica y sencilla, actuando a nivel de la mente, que es compleja y con características individuales.

La persona es acompañada y guiada en forma permanente y continua por un consejero especializado durante todo el tratamiento y posteriormente se mantiene una relación amical estrecha con el paciente y la familia.


Existen diferentes programas de recuperación:


  • Tratamiento ambulatorio de 28 días: durante la primera semana, el objetivo es brindar al paciente ambientes de tranquilidad con el fin de lograr una mente receptiva. Las siguientes tres semanas se llevan a cabo de manera ambulatoria.

  • Tratamiento de seis semanas: para pacientes no residentes en Lima.

  • Tratamiento de ocho semanas: para extranjeros, en inglés o en español.

Todos los tratamientos tienen un seguimiento obligatorio de dos meses, que consta de dos reuniones semanales de una hora en las noches; y de un compromiso amical para continuarlo por todo un año. Los pacientes podrán seguir asistiendo a estos seguimientos indefinidamente.

Modelo ANDENES


El modelo Andenes se basa en la filosofía de los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos, donde se define al alcoholismo como una enfermedad.


El modelo Andenes se centra en las características del proceso adictivo y de los componentes de la enfermedad y busca solucionar las deficiencias que presentan los pacientes como:



  • Desconocimiento que el apego o adicción es una enfermedad que es progresiva en el tiempo.

  • Negación de la enfermedad y sus consecuencias en la familia, el trabajo, la sociedad, etc.

  • Sentimiento de culpa y vergüenza por el o los apegos.

  • Falta de control en el consumo de sustancias, emociones y comportamientos.

  • Estados anímicos de irritabilidad, impaciencia, insatisfacción, grandiosidad, inconsistencia, volubilidad, etc.

  • Distorsión en relaciones familiares, sociales, laborales y otras.

Mediante este modelo, estos síntomas son tratados. De esta manera, el paciente y la familia se recuperan y logran llevar una vida normal de paz, tranquilidad y felicidad que merecen.

Una mirada distinta...


El alcoholismo es una dependencia con características de adicción a las bebidas alcohólicas. Se caracteriza por la necesidad de ingerir sustancias alcohólicas en forma relativamente frecuente, según cada caso, así como por la pérdida del autocontrol, dependencia física por el síndrome de abstinencia.


El alcoholismo supone un serio riesgo para la salud, pues puede llevar al riesgo de una muerte prematura por consecuencia de afecciones al hígado,
como la cirrosis hepática, hemorragias internas, intoxicación alcohólica, accidentes o suicidio.

El alcoholismo no está fijado por la cantidad de alcohol ingerida en un periodo determinado: personas afectadas por esta enfermedad pueden seguir patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo tanto alcohólicos que consumen a diario, como alcohólicos que beben semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad fija.


El centro con el que trabajaremos, ANDENES, no trabaja con adicciones, sino que las trata como problemas de apego.

El apego es una enfermedad del cerebro y se produce por alteraciones en las vías cerebrales que llevan a un cambio en el pensamiento, lo cual se manifiesta en una distorsión en las emociones, comportamientos y actitudes de la persona afectada.


La adicción al alcohol, drogas, sustancias químicas, comida, juego y otros comportamientos compulsivos son enfermedades crónicas con factores genéticos subyacentes, que influenciados por factores externos se presentan en una de cada diez personas.


Es necesario brindar un tratamiento adecuado debido a que dichos cambios cerebrales se mantienen por largo tiempo, aún después de dejar el consumo.
El centro no solo trabaja con problemas de adicción o apego al alcohol, sino que, como ya dijimos, trabaja con todos los problemas de apego que existen. Nosotros hemos escogido trabajar con el apego al alcohol porque es un tema que, además de relacionarse con nuestra carrera, es muy común en nuestros días.

El grupo elegido...


Nuestro grupo esta conformado, en su mayoría, por personas que estudiamos psicología.


Por este motivo, decidimos trabajar y observar a un grupo de personas que tengan un estilo de vida que se incluya dentro de los conceptos teóricos que manejamos por la carrera.


Actualmente, llevamos un curso llamado Psicopatología I, para el que empleamos el uso de un manual de trastornos psicológicos: el DSM IV- TRAT que, en uno de sus ejes, hace mención a las adicciones y dentro de ellas a la adicción al alcohol.


En la actualidad, el tema de la adicción a sustancias como el alcohol es tan frecuente, que decidimos observar y realizar nuestro trabajo con ayuda de un centro de rehabilitación llamado ANDENES, que se encuentra ubicado en el distrito de Miraflores, con dirección: Bartolomé Trujillo 143.

Las personas con las que vamos a trabajar, son personas con problemas de adicción al alcohol que se encuentran en proceso de recuperación. Consideramos que su estilo de vida es distinto al nuestro, pues son personas que viven su vida de acuerdo a su situación. Están pensando, constantemente, en su recuperación y en el estilo de vida que desean tener. Viven el día a día como si fuera el último y aprenden a valorar cosas que nosotros damos por sentado; como por ejemplo, las relaciones familiares y de amigos, el trabajo, los estudios, y el tener una vida saludable en general.
El haber elegido trabajar con este grupo de gente, nos ayudará a tener una visión más amplia de la vida y a relfexionar sobre los distintos puntos de vista y maneras de ver la vida que podemos llegar a tener las personas acerca de la vida desde una perspectiva más amplia.
Asimismo, el trabajar con estas personas nos permitirá aplicar un enfoque psicológico sistémico, que consiste en comprender a la persona como un todo que es y está dentro de un sistema; que se relaciona con un mesosistema (familia) y con un macrosistema (comunidad) llegando, de esta manera, a entrelazar conocimientos y a entender de una manera más amplia de la rehabilitación y el estilo de vida de estas personas.
Para realizar el trabajo, utilizaremos materiales como entrevistas personales con especialistas en el tema como Felipe Koechlin, quien actualmente es el director del centro; asimismo, se realizará una entrevista la psicóloga encargada de las terapias y a un profesor de nuestra carrera: Edgar Rodríguez, debido a que tiene contacto con personas con diferentes adicciones o apegos.

Además, incluiremos dos o tres testimonios de vida de personas que han superado un apego al alcool y que han podido sobreponerse gracias al tratamiento. A estas personas les pediremos que nos cuenten cómo es su estilo de vida y que nos hablen de la visión que tienen del mundo y de la vida y cómo ésta se vio alterada.
A esto le agregaremos videos y afiches que lograrán explicar mucho mejor las características del grupo humano que hemos elegido. Con el permiso de la institución, observaremos algunas de las sesiones grupales para poder describir, desde nuestro punto de vista, cómo se desenvuelven estas personas después de los 28 días intensivos de tratamiento.

ANDENES

Para realizar este trabajo debíamos elegir un grupo de personas que tuvieran un estilo de vida distinto al nuestro. Por esta razón, decidimos trabajar con un grupo de personas con problemas de adicción al alcohol que se encuentran en el proceso de recuperación.
Para ello, escogimos un centro de tratamiento para personas con problema de adicción llamado ANDENES que se encuentra ubicado en San Antonio, Miraflores. La forma de tratamiento que aplica esta institución es distinta a la que se usa en nuestro país y es el único centro en el que se aplica.